miércoles, 25 de febrero de 2009

Sin compartir II

Buenas noches chicas,

Me he decidido a hacer una segunda parte de la entrada anterior para puntualizar algunos aspectos, dado que me temo que me expliqué fatal, como siempre.

Como bien indicaba Avenoc, a mí también me cuesta concebir el sexo sin nada especial detrás. Es un acto tan íntimo, en el que se entrega y se recibe tanto, y no me refiero sólo a lo físico, sino al plano de los sentimientos, que no entiendo cómo hay personas capaces de encuentros por un mero rato de diversión. Y en el amor... juegan un papel esencial los besos. Siendo cursi en grado sumo, permitidme la licencia, diría que los besos son al amor... lo que la sal a la vida, lo que el sol a una planta, lo que el agua a una flor. Creo que hay pocas cosas más gratas en esta vida que un abrazo, un beso, una caricia. Y no me refiero sólo a los amantes, incluyo también a padres e hijos, a abuelos y nietos... Los achuchones que me da mi niño me saben a gloria bendita, a néctar de dioses, a maná en el desierto.

Y hablando de maná, quisiera referirme a la canción que os dejé el otro día, "Labios compartidos", explicaros porqué me llamó tanto la atención. Antes de nada, aclarar que sentiría lástima por la persona en esta situación, aunque lo cierto es que me resulta difícil imaginar a un hombre en ella. Volviendo a la letra, lo que me cautivó fue el que él no se refiere tanto a su cuerpo como a sus labios, a sus besos, que no quiere, ni puede, compartir. Es la boca de ella la que le lleva a la perdición. Es su propia boca la que está ansiosa por el suave roce de los labios amados, por el sabor de esa piel y no otra. Comienza cantando "amor mío", es lo primero. Me gusta cómo lo pronuncia, la forma de expresar lo que significa hacer el amor con ella, cuando al final declara amarla sin medida.

Con vuestro permiso, recordaré a Diego. Al mío, al nuestro. Diego saltaba de cama en cama sin importarle nada, pero sin engañar. Era claro al respecto. Él no besaba: los besos eran personales y el sexo para él era todo lo contrario. Pero besaba a Carla... amaba a Carla. Echa en falta lo que tenía con ella, lo que le aportaba la relación. Como podréis deducir: simplemente fucsia.

Tengo que dejaros. De nuevo las 2 de las madrugada. El final de la noche es el único momento que tengo para ponerme delante del PC. Espero que vosotras estéis durmiendo.

Besos

PD: Por si no lo hubierais adivinado, hoy vuelvo a tener empacho de azúcar. Los hidratos simples son nefastos para la figura, la dentadura... y el fucsia.
Me caigo de sueño. Hasta mañana.

2 comentarios:

Elvira dijo...

De acuerdo en todo lo que escribes sobre el beso. Y para no repetirme, un abrazo esta vez.

Io dijo...

De acuerdo, también. El beso es el sumun del contacto amoroso, y por ende, el que lleva más carga de erotismo.

Y si te sirve de consuelo, me temo que a esas horas estamos despiertas más de una :D

Mil besos!!!